Vergüenza
Miguel de la
Guardia
La indignación es un sentimiento apropiado para
responder a las actitudes reprobables de vándalos y asesinos, de usureros y
especuladores y no es de extrañar que ante los abusos del sector financiero
como en su día ante las atrocidades del nacional socialismo o más recientemente
ante las guerras abusivas y las invasiones de países basadas en mentiras, los
ciudadanos asqueados se manifiesten dejando claro que ellos no son ni serán cómplices
de tales actos.
Lo que está pasando en la actualidad no puede, sin embargo, causarnos indignación, pues son nuestros propios gobernantes, elegidos democráticamente como el señor Rajoy, el señor Gallardón, la señora de Cospedal o el señor Mas, los que capitanean el indulto a los mossos d´esquadra condenados por la justicia (no olvidemos, una de las más garantistas del mundo) por torturas, o a un conductor ebrio por oscuras razones de amistad, y niegan la mayor ante acusaciones e indicios de corrupción sin aportar sus declaraciones de renta o los movimientos de sus cuentas bancarias, o deciden la cancelación de servicios sociales y el atropello de los pensionistas a los que se hace pagar por la mala gestión financiera y gubernamental, mientras regalan a la banca privada bancos reflotados con dinero público que se valoran en un euro.
Vergüenza es el sentimiento que generan las actitudes anteriores y de poco o nada valen las excusas de quienes o no llevaron, o no llevan en el momento actual, ante los tribunales a los responsables de tantas calamidades para la población. Me sorprende el desparpajo con que el presidente del gobierno confiesa a los medios afines a su ideología que se duele por las decisiones injustas que está tomando y que promete ¿para cuando vuelva a haber elecciones?, que resarcirá a pensionistas y funcionarios de los daños que les procura para apoyar a sus amiguitos del alma y cubrir sus pérdidas al frente de las instituciones bancarias, mientras deja sin respuesta las preguntas esenciales y se atribuye la razón de estado para no asumir la responsabilidad de encubrir al señor Bárcenas.
Es cierto que no soy votante del PP pero como demócrata me siento co-responsable de que nos gobiernen quienes quieren convertir a los funcionarios del cuerpo de policía en perros de presa contra sus conciudadanos y exaltan y disculpan el perfil torturador ¿como modelo a seguir?, quienes avalan a gestores y ex-gestores de su cuerda , asignándoles sueldos millonarios al frente de entidades nacionalizadas y permiten disfrutar de indemnizaciones y pensiones millonarias, que ellos mismos se otorgaron, a quienes vaciaron las arcas de las cajas de ahorro y ahora hacen pagar por ello a los jubilados con pensiones exiguas, después de que fueran estafados con productos financieros dudosos. ¡Qué vergüenza! ¡Qué inmensa vergüenza!
Levante EMV 27/07
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