tribuna Analista electoral : *Jaime Miquel
Callejón sin salida de Zapatero
- Fecha de publicación:
- Martes 22 de febrero de 2011
E l barómetro de enero del CIS nos ha venido a decir que 1,4 millones de votantes del PSOE del año 2008, ahora son populares; solo por este desplazamiento el PP ganaría las elecciones generales con 1,8 millones de votos de ventaja sobre el PSOE. Pero la situación que define este barómetro es mucho más preocupante para los socialistas. El PP está en disposición de conseguir 11,5 millones de votos, 1,2 millones más que en el año 2008, superando con claridad su ya clásico 30% sobre censo, para situarse con el 32,7% -hacia el 47% de los votos válidos-, 3 puntos más de lo que admiten los de Presidencia. La alta movilización del electorado del PP, que no ofrece más fugas que hacia UPyD, y el ingreso de los votantes del PSOE del año 2008 les asegura su mejor resultado conocido en unas elecciones generales. En estas condiciones, los populares obtendrían de sus votos una rentabilidad mayor que la proporcional, y es así por la desmovilización de 2,1 millones de electores socialistas, que se restan del total de votos que se computan como válidos; en la medida en que IU o UPyD no capturen a estos votantes, el PP mejorará su posición relativa, y en consecuencia el número de escaños, con el mismo resultado.
El PSOE ha quedado reducido a 7 millones de votos; su resultado ganador del año 2008 -11,3 millones- se ha dispersado, transfiere 500.000 votantes a IU, 350.000 se incorporan a UPyD, y 600.000 regresan a otros partidos que hicieron voto útil en el año 2008, o se van al voto en blanco. Podría decirse que el PSOE tiene recorrido hasta los 9,1 millones de votos si logra movilizar a todos sus abstencionistas actuales, pero la alternativa está medida: un escenario distinto con otro líder nacional apenas sumaría 3 o 4 puntos de censo, que es un millón de votos. Tal como están las cosas, para que el PSOE pueda perder con dignidad, sus electores desmovilizados deberían votar a IU o a UPyD, y este último partido ganarle algunos puntos de censo a los populares, condiciones que ahora mismo no se están dando. Otro líder nacional que explicara la única política económica posible en la zona euro, como nos dicen desde todos los frentes, no resolvería ahora el problema de los socialistas. Ganaría el PP con mayoría absoluta.
Aunque peor sería no hacer nada, porque 7 millones de votos con Zapatero, el 20% del censo electoral -hacia el 30% de los válidos-, sería el peor resultado de los socialistas en unas elecciones generales en España, y esto, siguiendo el manual, obliga a hacer algo si estamos en vísperas de unas elecciones municipales. Aunque se deduce que la función de los asesores de Zapatero en esta materia debe de ser ornamental, porque tampoco está en el manual quitarle hierro a la imagen del principal adversario mediante un pacto de gobierno en el País Vasco, ni la escenificación del cierre de una central nuclear, la de Garoña, o la respuesta unánime de Montilla. Es, con diferencia, el peor PSOE que hemos conocido en términos de estrategia electoral, aparentemente carece de ella. Algo debería hacer el que decide para salir del callejón sin salida en el que se ha metido. Pero a ver quién se lo dice, se preguntarán sus asesores.
*Jaime Miquel és analista polític, col·.laborador del diari La Voz de Galicia i nét del que fora alcalde d'Ontinyent Jaime Miquel Lluch, entre 1949 i 1958
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